Trillones de emisiones electromagnéticas artificiales descompensan los latidos de la vida; la ciencia sin conciencia ha errado al alargar artificiosamente la efímera existencia de un latido mecánico.
El corazón pugna por la rosa y la alegría; por un mundo sin barreras y el amor inteligente del Padre que nos bendice desde el cielo con la gracia de la terrenalidad.
Cada vez me cuesta más el reenvío de mensajes. Internet es una maravilla, pero genera adicciones. Prefiero animar a la gente a charlar, pasear y disfrutar de la experiencia de estar viva. No obstante, entiendo que la información adjunta pueda ser relevante para algunas personas y deba por tanto ser conocida; empero, si no es así, por favor disculpas anticipadas.
El mundo, tal como lo conocemos y nos lo han contado, vive un proceso sin parangón en los libros de historia. El cambio es una realidad, no una hipótesis. La resistencia a abandonar el puerto del materialismo produce pánico en nuestras programaciones mentales, inducidas básicamente desde el miedo. Sentir sin embargo que las puertas del nuevo mundo se están abriendo de par en par, debería de llevarnos de una vez por todas a la confianza de la rendición ante el amor supremo de la Madre.
No obstante, hay que estar atentos, contribuir a la transparencia, discernir, compartir y aportar sonrisas y buenos modos. Un solo pensamiento de negatividad desequilibra aún más la balanza. La Tierra pide, suplica, llora por el equilibrio. Llora como la Madre que es y se ve forzada a sacudirse al hijo que la maltrata. La Tierra ha optado por el equilibrio, no por el suicidio.
Trillones de emisiones electromagnéticas artificiales descompensan los latidos de la vida; la ciencia sin conciencia ha errado al alargar artificiosamente la efímera existencia de un latido mecánico. El corazón pugna por la rosa y la alegría; por un mundo sin barreras y el amor inteligente del Padre que nos bendice desde el cielo con la gracia de la terrenalidad.
Una de las noticias refiere precisamente a esto, Cambio ad portas.
Desde mi propia formación técnica entiendo que una mente entrenada en lo analítico se rebulla incomoda ante semejante análisis. No hay que creer, sino crear desde el raciocinio de la mente superior, la que conecta cielo y tierra. Desde esa completitud, las circunstancias excepcionales que vivimos quizás aporten más alegría que desasosiego y nos lleven a despertar como humanidad y recibir gozosos la alborada que ya anuncian los gallos.
FLV
From: Francisco Limonche Valverde ACCESIBILIDAD
email: flimonche@coitt.es
Sent: Friday, June 18, 2010 9:29 AM
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