Mensaje Semanal de Febrero 3 de 2011
Amados:
Me gustaría hacer un discurso sobre la cualidad de la clemencia. ¿Que abarca esta cualidad de la clemencia? La clemencia es la habilidad de amar a alguien y perdonarlo aún cuando te haya herido de alguna manera que encuentres difícil de perdonar. Cuando aquél que te ha hecho mal muestra contrición y hace todo lo que puede para restituír el daño que te causó, cubrirlo de bondad a pesar del daño incorpora la cualidad de la clemencia. Con ésta, la cualidad de la compasión, esa suavidad, esa ternura del corazón, también entra en acción; porque la clemencia y la compasión van de la mano.
La clemencia permite que la energía del Amor fluya de nuevo libre y graciosamente; y establece un camino hacia la Sanación de la persona y de la situación. La clemencia es un atributo de un Amor superior, un Amor Divino, que llega directamente desde desde la Fuente, nuestro Creador. La clemencia ofrece dignidad y respeto a todas las Almas involucradas en una situación infeliz o desagradable; y puede darle la vuelta a la situación para mejorarla, cuando está presente en la intención y en la actitud de quien fue injuriado. La clemencia llega desde un lugar de respuesta en lugar de reacción; y por esto, son necesarias la disciplina y la moderación; y se emplea la sabiduría desde una perspectiva superior.
Esta cualidad de Amor pasa por alto las transgresiones de otros y ve solamente aquello que es bueno dentro de esa persona, con la comprensión de que todos cometemos errores mientras crecemos, aprendemos y evolucionamos hacia un entendimiento superior. Dentro del corazón hay gran energía para efectuar cambios y crecimiento poderosos; y la cualidad de la clemencia permite que este gran poder fluya con mayor facilidad y gracia y sea más fácil aceptar a los demás. Frecuentemente, la práctica de ponerse uno mismo en los zapatos del otro ayuda a generar este sentimiento de clemencia y compasión; y nos enseña que todos provenimos de la misma Fuente y merecemos otra oportunidad, otra renovación de fe y Amor.
El Amor es la fuerza más poderosa en todos los Universos; y cuando este poder es empleado con estas cualidades de clemencia y compasión, pueden tener lugar muchas transformaciones maravillosas en las personas y en las situaciones que las necesitan. Para sentir e invocar estas dos cualidades, una persona debe conectarse dentro de su espacio del corazón y sentir empatía hacia otra. A menudo, el receptor de clemencia y compasión se transforma y cambia hacia un Amor más alto, sintiendo gratitud por haber recibido otra oportunidad de hacer las cosas bien y de restaurar el orden Divino en su vida diaria.
Se puede decir que quienes emplean la cualidad de la clemencia hacia sí mismos y hacia otros, están más altamente evolucionados en su progreso espiritual que aquellos que reaccionan desde un lugar de ira y necesidad de venganza. Se requiere maestría de las emociones para emplear la clemencia en situaciones hirientes y se requiere llegar desde un lugar de quietud interior. La práctica de la quietud interior o de la meditación es una herramienta muy útil y práctica para mantener el propio equilibrio en tales desafiantes situaciones. Recordad, todos estamos juntos en esto, Queridos, así que sed clementes en vuestras interacciones mutuas en estos tiempos cambiantes.
Reflexionad en estas cualidades hasta nuestro próximo discurso, Amados; y sabed que siempre estamos cerca para ayudaros; todo lo que tenéis que hacer es pedirlo.
YO SOY el Arcángel Gabriel.
Canalizado por Marlene Swetlishoff
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
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