Yo junto a vosotros trabajaré para que este nuevo Reino sea posible, os ayudaré a sostener los pilares que habrán de sostenerlo ayudando a tu esposa hijo mío en el momento del parto.Compartir vuestro amor por el Padre con la misma intensidad que Yo vuestra Madre lo hice. Entonces el Padre derramó sobre mi su sierva, toda clase de bendiciones.
Hijos míos tan amados la inmensidad del amor de vuestro Padre no tiene límite alguno y sino mirad vuestras vidas, mirad con cuanto amor el fue preparándoos el uno para el otro, como sus designios divinos se cumplieron en vosotros, de la misma manera que un día se cumplieron en mí. Yo una muchacha humilde de Palestina, una simple mujer de pueblo, simplemente un día respondí a una frase que dentro de mí habló y a partir de ese día, hijos queridos, el Padre habló en mí, como hoy habla en vosotros y desde allí el camino largo y difícil de dar a luz al Rey de Reyes.
Aún así vuestra Madre, también al igual que muchos de vosotros no entendía muchas cosas, en un lugar donde mi única tarea era trabajar en el hogar simplemente y orar a escondidas a mi Dios, sin que nadie me viera, aún no entendía que en mí se halla fijado el Altísimo, y entonces un día el ángel vino hacia mí radiante como el sol con una luz poderosa, me anunció lo que a vosotros también os fue anunciado que daría a luz el amor.
Hijos míos, vuestras vidas están adosadas a la vida de vuestro Padre, no son dos caminos ni dos vidas sino que son un solo camino y una sola vida.
Yo junto a vosotros trabajaré para que este nuevo Reino sea posible, os ayudaré a sostener los pilares que habrán de sostenerlo ayudando a tu esposa hijo mío en el momento del parto.
Pero hijos queridos después de esto vuestro Dios no tiene ningún otro plan, no existe otra mas, no hay una oportunidad más, toda la esperanza radica en vosotros, tal vez no vean los frutos, o en apariencia crean que las cosas no salen de acuerdo vuestros planes, pero recordad hijos míos, que solo sois instrumentos en las manos de vuestro Señor, lo demás es obra el Altísimo, como aquél campesino que sembró la semilla al viento y no supo la cosecha que dio porque su tristeza al ver la primera espiga quebrada y torcida no le permitió ver el inmenso campo sembrado y la abundante cosecha a retirar, solo se sentó a llorar por su aparento fracaso.
Vosotros confiad en Dios, pues Él al igual que a mí vuestra Madre os sostendrá en la palma de su mano, donde hoy tiene escritos vuestros nombres.
Os amo.
Gracias Madre amada.
Mira hijo mío a tu hijo y a tu hija, alguna vez en ti la idea de un nuevo mundo en el cual estarías inserto por voluntad suprema de vuestro Padre alcanza estar en tu mente, ¿Verdad que no hijo?
¿Sabes hijo mío? A tu Madre, tampoco, salvo cuando sentí latir y mover dentro de mí al niño, tuve la certeza de que dentro de mí, crecía el VERBO, de la misma manera vosotros os habéis dado cuenta cuando dentro vuestro habéis sentido a los niños moverse y habitarlos por completo.
Gozad de esto y sentíos felices, regocijaos en estos momentos para que en la hora de la tristeza y de la soledad os llenen por completo sabiéndoos hijos del Altísimo e instrumentos de sus manos, es muchos más de lo que ningún otro mortal habrá de experimentar jamás.
Benditos seas hijos adorados.
Así sea.
Madre te amamos.
Hija mía te amo tanto, acompaño tus dolores y tus sufrimientos como solo una madre puede hacerlo, se lo que se siente, se de la espada que te corta de punta a punta el vientre y se que es un dolor que taladra, pero en ti radica la fortaleza, el Padre no elige al azar hija mía se valiente, recuerda a tu lado está siempre tu madre, solo estira tu mano que yo estaré.
Amén
Amén.
Ha puesto su mano sobre tu hombro y la otra mano en mí.
Que vuestra unión sea alianza eterna, allí donde mora la luz os estaré esperando en el momento final, pues yo soy vuestra Madre y de mis hijos jamás me separo.
Yo los bendigo en el nombre Del Padre del Hijo y del Espiritu. Amén
Canal: STARR
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Hijos míos tan amados la inmensidad del amor de vuestro Padre no tiene límite alguno y sino mirad vuestras vidas, mirad con cuanto amor el fue preparándoos el uno para el otro, como sus designios divinos se cumplieron en vosotros, de la misma manera que un día se cumplieron en mí. Yo una muchacha humilde de Palestina, una simple mujer de pueblo, simplemente un día respondí a una frase que dentro de mí habló y a partir de ese día, hijos queridos, el Padre habló en mí, como hoy habla en vosotros y desde allí el camino largo y difícil de dar a luz al Rey de Reyes.
Aún así vuestra Madre, también al igual que muchos de vosotros no entendía muchas cosas, en un lugar donde mi única tarea era trabajar en el hogar simplemente y orar a escondidas a mi Dios, sin que nadie me viera, aún no entendía que en mí se halla fijado el Altísimo, y entonces un día el ángel vino hacia mí radiante como el sol con una luz poderosa, me anunció lo que a vosotros también os fue anunciado que daría a luz el amor.
Hijos míos, vuestras vidas están adosadas a la vida de vuestro Padre, no son dos caminos ni dos vidas sino que son un solo camino y una sola vida.
Yo junto a vosotros trabajaré para que este nuevo Reino sea posible, os ayudaré a sostener los pilares que habrán de sostenerlo ayudando a tu esposa hijo mío en el momento del parto.
Pero hijos queridos después de esto vuestro Dios no tiene ningún otro plan, no existe otra mas, no hay una oportunidad más, toda la esperanza radica en vosotros, tal vez no vean los frutos, o en apariencia crean que las cosas no salen de acuerdo vuestros planes, pero recordad hijos míos, que solo sois instrumentos en las manos de vuestro Señor, lo demás es obra el Altísimo, como aquél campesino que sembró la semilla al viento y no supo la cosecha que dio porque su tristeza al ver la primera espiga quebrada y torcida no le permitió ver el inmenso campo sembrado y la abundante cosecha a retirar, solo se sentó a llorar por su aparento fracaso.
Vosotros confiad en Dios, pues Él al igual que a mí vuestra Madre os sostendrá en la palma de su mano, donde hoy tiene escritos vuestros nombres.
Os amo.
Gracias Madre amada.
Mira hijo mío a tu hijo y a tu hija, alguna vez en ti la idea de un nuevo mundo en el cual estarías inserto por voluntad suprema de vuestro Padre alcanza estar en tu mente, ¿Verdad que no hijo?
¿Sabes hijo mío? A tu Madre, tampoco, salvo cuando sentí latir y mover dentro de mí al niño, tuve la certeza de que dentro de mí, crecía el VERBO, de la misma manera vosotros os habéis dado cuenta cuando dentro vuestro habéis sentido a los niños moverse y habitarlos por completo.
Gozad de esto y sentíos felices, regocijaos en estos momentos para que en la hora de la tristeza y de la soledad os llenen por completo sabiéndoos hijos del Altísimo e instrumentos de sus manos, es muchos más de lo que ningún otro mortal habrá de experimentar jamás.
Benditos seas hijos adorados.
Así sea.
Madre te amamos.
Hija mía te amo tanto, acompaño tus dolores y tus sufrimientos como solo una madre puede hacerlo, se lo que se siente, se de la espada que te corta de punta a punta el vientre y se que es un dolor que taladra, pero en ti radica la fortaleza, el Padre no elige al azar hija mía se valiente, recuerda a tu lado está siempre tu madre, solo estira tu mano que yo estaré.
Amén
Bendita sea tu pureza Madre y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza
A ti celestial Princesa oh Virgen Sagrada María
Yo te ofrezco en este día Alma, vida y corazón
Mírame con compasión no me dejes Madre mía morir
Sin tu Sagrada compañía y bendición.
Pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza
A ti celestial Princesa oh Virgen Sagrada María
Yo te ofrezco en este día Alma, vida y corazón
Mírame con compasión no me dejes Madre mía morir
Sin tu Sagrada compañía y bendición.
Amén.
Ha puesto su mano sobre tu hombro y la otra mano en mí.
Que vuestra unión sea alianza eterna, allí donde mora la luz os estaré esperando en el momento final, pues yo soy vuestra Madre y de mis hijos jamás me separo.
Yo los bendigo en el nombre Del Padre del Hijo y del Espiritu. Amén
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