Equinoccio de Luna Llena, Marzo 2011
A estas alturas ya han profundizado en la conciencia de los rápidos cambios que se están produciendo por todo el mundo. ¿Han caído en el miedo? Eso no es difícil de hacer, con la proliferación de noticias e imágenes escalofriantes. ¿Se están sintiendo incómodos, tristes, o desesperados por la devastación en Japón, o la situación de los trabajadores de la planta nuclear que eligieron quedarse atrás? Fuertes sentimientos en estos momentos no son inusuales, y de hecho es raro el ser que en este momento NO sienta emociones fuertes. No necesitan saber qué es lo que están sintiendo, simplemente que ESTÁN sintiendo. Esto es lo que los hace humanos. Aprecien esta parte de ustedes mismos.
Esta semana, yo también sentí una profunda tristeza y traté de compartir mi expresión de profundo amor por el planeta y por todos los seres que comparten este hermoso hogar. Nunca antes me he sentido más humana, nunca me he sentido más conectada a un sentido de gratitud por todos los dones que compartimos en todo el mundo. Como muchos de ustedes, he tratado de encontrar algún sentido en los acontecimientos de estos tiempos, y agradezco que Gaia compartiera este mensaje conmigo, que ahora les paso a ustedes.
No tengan miedo. Sí, hay grandes cambios. Sí, hay heridas. Sí, hay aún más grandes cambios por delante. Pero todo esto es parte de un todo mayor, ¿lo ven? Hay un destino más grande que ustedes comparten, y un destino aún mayor del que su Madre, su Pachamama, su querida Gaia, Ella misma es sólo una parte. Ustedes están a salvo. Están protegidos. Son amados.
Esto no quiere decir que los cambios no van a afectar a un gran número de vidas, irrevocablemente. Esto tampoco quiere decir que no habrá muerte, tristeza, miedo y dolor. Estos son parte de la experiencia en el plano físico. Pero, en general, si pudieran alejarse en el espacio y ver la Tierra a una gran distancia con el alcance de todo el tiempo existente, verían que estos eventos son sólo una pequeña parte de la experiencia de la Tierra. Se tejen en el tejido creado en cada momento de amor y triunfo y conexión. Estos eventos pueden ser considerados como dolores de crecimiento, los pasos necesarios en la continua evolución del planeta, parte de la creciente historia de la existencia, y una lágrima de lo Divino.
Así como yo, Gaia, los protejo y defiendo con cálidos brazos sustentadores, ustedes también están encargados de cuidarme. Estamos entrelazados, ustedes y yo. Su luz brilla sobre mí y me da esperanza, así como mi profunda verdad les da valor. Montamos esta ola, recorremos este camino, juntos. Su dolor es mío, y el mío es suyo. Respiren conmigo, entonces. Si están en silencio pueden sentir mi respiración, mi ritmo. Que esto se convierta en parte de su jornada de hoy, respirar con la Gran Madre. Que cada paso que den se convierta en un testimonio de su amor por esta Tierra, por este planeta, por su hogar. Que cada latido de su corazón se convierta en un recordatorio de su conexión con Gaia, de su conexión entre ustedes. Respiramos el mismo aire. Nuestros corazones laten al ritmo. El tamboreo profundo en mi interior resuena en su corazón, y a través de ese latido nos hacemos uno.
Que los acontecimientos de esta semana y más allá se conviertan en su recordatorio de que el latido de su corazón canta en el alma de todos a su alrededor, y que ya es hora de que su canción se levante en armonía con las canciones de todo ser en el planeta. Es hora de cantar juntos, de tejer el tejido dorado de su continua historia – su destino – en el latido de su Madre Gaia.
Agradezco a Gaia por la canción que podemos cantar juntos. Hoy buscaré señales de este gran amor que todos compartimos mientras camino entre los árboles, las flores nuevas de la primavera, y contemplo la luna llena en este Equinoccio, este tiempo de gran cambio y de convertirnos en quienes somos, de vivir nuestra historia. Me siento bendecida por su conexión y por la presencia de su canción, sus latidos, que residen dentro de mí.
Hoy mientras camino invito la presencia de Gaia a través de las plantas de mis pies, sintiendo el golpe de tambor del cambio retumbando en mi corazón. Los invito a hacer lo mismo.
Canalizado por Talyaa Liera
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.
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