Mi nombre ha sido Sin Ojos. Soy ahora quien porta la Conciencia de la Visión. Hermanos y Hermanas encarnados, dígnense aceptar la Gracia de la Visión. Vengo a expresarles en mis palabras, mi manera de ver lo que pasa, actualmente, sobre esta Tierra. Lo que sucede; en mi vida, lo había llamado el despertar y el vuelo del Fénix. El Fénix, esa ave que renace de sus cenizas. El Fénix, que pronto entonará su canto de Liberación, audible para todos en esta Tierra. Voy, en primer lugar, si lo desean, referirme a algunos conceptos que yo espero les permitirá percibir y vivir la diferencia entre lo que vuestros ojos pueden ver y lo que vuestro Corazón puede ver. Lo que ve el Corazón, no puede verse a través de los ojos. Lo que ven los ojos no puede ser percibido por el Corazón. La Visión, la verdadera visión, es un mecanismo muy diferente y distinto a una imagen que se percibe por vuestros ojos. La Visión del Corazón es de hecho, la Visión real de la Vibración, de su percepción y de su traducción, no en imagen, lo que yo llamaría el lenguaje de la certeza y de la Verdad que se expresa, más allá de la imagen y más allá de lo que es un reflejo de la Luz. El ojo da acceso al reflejo de la Luz y al juego de la Sombra y de la Luz. El Corazón de acceso a la Visión real, donde no hay ningún reflejo, donde no hay más juego entre la Sombra y la Luz. Desde hace muy poco tiempo esta Tierra vive un mecanismo inédito. Este mecanismo inédito, ustedes también lo viven por las modificaciones de vuestras propias percepciones Interiores, concerniente al Corazón, vuestro cuerpo, y vuestra Conciencia. En efecto, el ser humano, cuando es llevado por esta Tierra, hace parte de su cuerpo, porque está constituido de sus elementos. Así, lo que viven en ustedes, lo viven también sobre la Tierra esos que están en fase con ella. Esto tiene como corolario, para aquellos de ustedes que aún están desfasados, no alineados con la frecuencia primordial del tam-tam de la Tierra, no puedan todavía sintonizarse y sincronizarse a la frecuencia de la Tierra. Porque el tam-tam de la Tierra comenzó el canto del tambor del renacimiento; de la resurrección. De este modo, se les ofrece hoy por la Visión del Corazón y no por la visión de sus ojos, la posibilidad de re sincronizarse con ese mecanismo que muchos de ustedes llaman Ascensión, Transfiguración, Elevación, poco importa las palabras. La Tierra vive lo que ustedes viven. Hay una resonancia y una afinidad entre ustedes y la Tierra, como entre ustedes y el Sol. Porque vuestra cabeza recibe el Sol y vuestros pies reciben la Tierra. Son ustedes, en alguna parte, y todos nosotros cuando estamos encarnados, los embajadores y los receptáculos del Cielo y de la Tierra. La impulsión de la Luz viene ahora tanto del Sol, como de la Tierra. Es vuestro deber sincronizarse con lo que está sucediendo.
Por supuesto, las imágenes de vuestros ojos también dan percepciones, para los que están atentos y observan realmente, las percepciones nuevas de la Tierra y del Cielo, ya sea por los colores, ya sea a nivel de las formas. Hay muchas cosas que se muestran a vuestros ojos (sus propios ojos o retransmitidos a través de otros ojos; llamados cámaras), centrados en una transformación importante, a una modificación de la Tierra. Los tambores de la Tierra han despertado. A ustedes corresponde percibir el pulso y la Vibración, más allá de lo que ven vuestros ojos para penetrar en la Esencia misma y no en el reflejo de lo que vuestros ojos han visto. Eso se llama la Visión del Corazón. Por supuesto, el reflejo y la Visión real pueden tener dos etapas sucesivas. Tienen un ejemplo que les fue dado por los Ancianos y que mi pueblo conocía perfectamente, que es recibir la radiación del sol, por la mañana y la tarde. Eso estaba presente en todas las tradiciones. El saludo al sol estuvo presente en los primeros Ancianos de mi pueblo, sino también en todas las civilizaciones que ustedes llaman tradicionales, antiguas o nativas.
Hoy más que nunca, ustedes tienen la capacidad, más allá de la observación de la imagen del sol por sus ojos de su visible transformación, y de percibir la Esencia y la quintaesencia, directamente por el Corazón. Es a esta nueva visión que los invito, ya no es el aspecto de una imagen o un reflejo, sino la visión de la Verdad que se sitúa en vuestro Corazón. El pulso de la Tierra también late en vuestro Corazón, como el pulso del Sol. Pasar de la visión exterior a la visión Interior confiere la verdadera Visión. Esta Visión no tiene los mismos colores ni los mismos gustos que la visión de los ojos o la visión que podríamos calificar de astral. La Visión del Corazón es directa, franca, inmediata, no pasa precisamente a través de imágenes, sino a través de la inmediatez de la percepción Vibratoria, lo que resulta en la certeza Interior. Ahora, por supuesto, pueden ver con sus ojos y constatar, a través de vuestra cabeza, las transformaciones que vive la Tierra preparando su vuelo. Pero hay una manera, mucho más justa e importante para percibir esto. Y eso no pasa por los ojos, sino por el Corazón. Vuestro Corazón es realmente capaz de ver la Verdad. Eso es muy simple, en lugar de mirar con los ojos, ya sea el Sol, un Hermano, una Hermana, un árbol, cierren los ojos y miren con el Corazón. Porque la Visión del Corazón es una visión donde no hay sombra. Una visión donde ahora se hace fácil ver la Unidad de la Vida y el llamado a la Unidad a reunirse con vuestra propia Unidad. Así que en lugar de ver los cambios aparentes del sol con los ojos, cierren los ojos y miren el sol con el Corazón. Entonces, recibirán en su Corazón, el pulso del sol. Del mismo modo, no vean la Tierra con los ojos solamente, sino lleven la intención hacia la Tierra, y escucharán el tam-tam de la Tierra, su canto de despertar, preparando el canto de su despegue. Todo esto es totalmente accesible, pero que se necesita pasar de la visión exterior, ese de los ojos, a los ojos del Corazón.
La mirada del Corazón es una manera de ver más allá del reflejo, más allá de la Ilusión. Porque la mirada del corazón no engaña nunca. La Vibración de lo que verán con el Corazón se hará evidente y evidencia. La mente, por otra parte, no puede interferir, lo mismo que las emociones, así como vuestra historia personal. La visión del corazón es pura, porque ella se sitúa en el instante y no es referencia en el juego de la Luz y las sombras, tal como existe en el reflejo, o referencia en relación a los recuerdos. La Visión del Corazón será siempre justa. Ese es un aprendizaje, una vez más, hoy, se les facilita en gran medida por las mismas Vibraciones de la Luz, por la canción de la Tierra y el canto del Sol. Pero el Sol y la Tierra cantan, una realidad, en vosotros. El canto del alma, que perciben en una o en las dos orejas, es también el canto de la Tierra y del Sol. Estos cantos, que hoy día cambian, son cada vez más intensos y para algunos de ustedes, de repente desaparecen, reflejando la alquimia que se produce y que tienen la capacidad de ver con el Corazón. Entrénense. Miren un árbol, repentinamente, cierren los ojos y apunten al Corazón hacia el árbol. En ese momento, podrán ver el árbol, no como sus ojos lo ven, sino como el ojo del Corazón o el ojo de la Conciencia lo perciben. Esta mirada, repito, no es discriminatoria. Es incluyente. Es la mirada de la Unidad. Es la mirada de la comunión. Esa donde no hay más distancia, mientras que el ojo, justamente, aprecia una distancia entre ustedes y lo que ven. La Visión del Corazón es abolición de esta distancia, ya que los pone en el momento de la comunión con lo que son y los hace vivir este aspecto como una especie de comunión real, aboliendo, de alguna manera, la distancia establecida por la mirada de los ojos.
La Visión Interior no tiene nada que ver con la visión exterior. La visión externa separa, aunque ella sea útil para distinguir la belleza, la belleza del reflejo. Pero la belleza del reflejo no es la belleza de la Verdad. La Visión del Corazón hace penetrar, de manera instantánea e inmediata, en la comunión con el Todo, con el Gran Espíritu, con la Fuente, como la llaman. Ahora, la mayoría de ustedes, aquí como en otras partes, tienen esa capacidad. También es necesario saberlo. También hay que vivirlo. Y cuando ustedes comiencen a vivir eso con el Corazón, constatarán, de alguna manera, la insignificancia y la distancia de la visión con los ojos, contrariamente de la Visión del Corazón. En la visión de los ojos, los objetos se iluminan desde el exterior por el sol, por la luz. En la visión del Corazón es la Luz misma que ilumina desde Interior de lo que es observado. El árbol ya no es un fantasma o una masa, sino que el árbol se convierte en una Vibración de Luz con sus cualidades, sus Vibraciones, sus informaciones que no puede captarse con los ojos. El ojo se convierte entonces, en una desventaja en la percepción real de lo que es el árbol y lo que tiene a decirles. Porque todo lo que vean con el Corazón tiene algo a decirles, algo a intercambiar, precisamente, porque el ojo ya no está allí para poner distancia entre ustedes y lo que ven. La Visión del Corazón confiere al instante, la capacidad de fusionarse con el objeto de vuestra mirada. Y el objeto entonces, o bien la Conciencia que ustedes observan, ya no está separado de ustedes mismos. Es en esta comunión alquímica, si podemos usar esa palabra, que se realiza el verdadero conocimiento de un ser, de un objeto, de un planeta, o de una constelación. Cuando vean el sol, cuando estén mirando una estrella, un árbol, un ser humano, nunca olviden de hacer la experiencia de cerrar los ojos y pedir a su Corazón de ver la Verdad. Eso es accesible a todo el mundo. Esto no es complicado. Esto no requiere un ritual. Hay sólo que cerrar los ojos y pedir al Corazón de ver. El pasaje de la visión exterior a la verdadera Visión les hará descubrir un mundo insospechado, y sobre todo la Verdad más allá de la imagen y de la apariencia. Porque, mientras vean con los ojos y solamente con los ojos, mismo si vuestro Corazón está abierto, vuestra Conciencia será siempre perturbada por la imagen del reflejo por la fisiología, por la apariencia, por el aspecto, por el exterior. Y aunque vuestro Corazón perciba el Interior, el mismo no lo ve. Ver lo Interior eso es aceptar de ya no ver el exterior. Eso es Unificar la Conciencia. Eso es Unificarse consigo mismo y con el objeto de su mirada. Eso es pasar, como habría dicho Un Amigo, de la distancia a la coincidencia, pasar de la fragmentación a la Unidad.
Esta capacidad está en vosotros, porque está inscrita en el seno de vuestras 12 Estrellas. Yo sólo soy una humilde representante. Las 12 estrellas se han activado; entonces sí, pueden, sin por lo tanto perder de vista, ver realmente con el Corazón. Cuando hay un problema, aunque parezca insuperable, paren de ver con el ojo crítico, el ojo del cerebro, el ojo de la cabeza y pasen a ver con el ojo del Corazón. Y entonces se sorprenderán que en ese momento la solución ya está inscrita en el ojo del Corazón, ya no estará jamás en el ojo de la cabeza. Durante el período en que ustedes viven, que es el total despertar de la Tierra, que prepara el vuelo del Fénix, vuestra propia resurrección y la resurrección de la Tierra, serán capaz de guiarse sin ser ciegos, con la mirada de los ojos o de la mente, pero ver realmente la Verdad con el ojo del Corazón. Todos tienen, sin excepción, esta posibilidad. La Cruz de la cabeza está activada. Las 12 nuevas cadenas de ADN se activan y tiene por lo tanto, por vuestra propia Merkabah, la capacidad de abrir el ojo del Corazón. La Visión del ojo del Corazón, repito; les da acceso a la Esencia y a la Verdad. Jamás el ojo de la cabeza le permitirá eso. Porque desde que ustedes ven con el ojo de la cabeza, intervienen un conjunto de elementos que los aleja de la Verdad, sobre el cual, sin saberlo, se superponen una serie de referencias, como la estética, la belleza, vuestro propio sentido de la belleza, vuestro propio juicio, independiente de vuestra Conciencia. Lo que no puede existir en la mirada Interior. Tomen el hábito, frente a lo que observan en ustedes, como al exterior de pasar de forma sistemática de la mirada de los ojos a la mirada del corazón. Se sorprenderán de lo que pone en movimiento y en acción.
Yo no les había hablado de esto antes porque era más difícil. Ese antes, hace sólo unos meses. Hoy día, a causa de los Pasajes, de las aberturas que se han creado debido al cambio de ritmo de la Tierra y de la preparación de su vuelo, se hace muy fácil de implementar. Así que yo, como Visión, y todas mis Hermanas, les invitamos a pasar de la mirada exterior a la mirada Interior. Nunca más superponer, como lo hacen, aquellos que han abierto y vibran la mirada del Corazón y la mirada de los ojos, para funcionar una después de la otra, y así adoptarán rápidamente la mirada del Corazón, ya que eso les permite repito, acceder, a la Esencia y a lo esencial. Una vez más, no hay ninguna técnica. Basta con cerrar los ojos y pedir que se abra el ojo del Corazón, de vuestro Corazón y ver con el Corazón. Y podrán ver en ese momento. No verán una imagen, podrán ver la Verdad. Ustedes percibirán la Esencia, la Vibración y cualquier otra cosa que sus ojos vean, porque ustedes vivirán desde el Interior lo que antes experimentaban previamente desde el exterior. Esto también contribuirá a ir más profundamente hacia vuestra Unidad, y hacia la Vibración del Êtreté. La experiencia, si la reproducen, le parecerá más fácil y obvia. Entonces no habrá más dudas. Ustedes entenderán en totalidad, lo que quiere decir la palabra Visión, que no tiene nada que ver con la visión tal como puede ser empleada por los adeptos del tercer ojo. Ya no estamos en ese nivel; el nivel del tercer ojo. Estamos realmente en el Corazón, que hace toda la diferencia. Un mundo nuevo de percepciones y Vibraciones. De hecho, siempre han estado ahí. Simplemente, bajo la mirada del ojo de la cabeza había favorecido la distancia entre ustedes y el resto del universo. Hoy, esta separación toca su fin. El tam-tam de la Tierra está despierto totalmente y el vuelo del Fénix es para pronto.
Bueno, Hermanos y Hermanas, estas pocas palabras me han encargado transmitirles hoy, porque hoy es el momento. Lo que dije es muy simple porque la Verdad es simple. Siempre. Si necesitan una mayor explicación, suplementaria, complementaria entonces yo estoy dispuesta a contestar. En cuanto a mí, concluyo con estas palabras: la imagen no es nunca la Verdad. La imagen, tal como la perciben a través de los ojos es falsa. Y vuestros científicos lo saben. Ustedes perciben sólo una banda de frecuencias extremadamente limitadas a través de los ojos. Este no es el caso del Corazón, que capta una banda de frecuencias mucho más amplia, yendo mucho más allá de los límites del ojo y dando acceso a lo que está detrás de la imagen, a la Luz misma, que genera la imagen. Hermanos y Hermanas, responderé si tienen, algunas preguntas.
Pregunta: ¿Adonde viajan los chamanes de la actualidad? ¿En la Visión del corazón o en el astral? Querida hermana, todo depende del chamán. Pero muchos chamanes han utilizado la trama astral que es también un reflejo, de la Verdad. El chamán tiene poderes. Estos poderes se expresan en el plano astral. Lo que les hablé hoy no tiene nada que ver con la visión chamánica. Por otra parte la Visión del Corazón no es la visión del chamán. Además, cuando usted haga la experiencia de la visión del Corazón, percibirá que los colores y las luces no están al exterior sino dentro de lo que ve. La diferencia está ahí. Mientras esté en una Luz exteriorizada, todo lo que ve por el ojo de la cabeza u ojo luciferino, va aparecerle, como lo han re transcrito muchos artistas, con luces exteriores que llaman aura entre otras o radiación. El ojo del Corazón le da la Visión Interior, por lo tanto la Luz está dentro y no al exterior. Esa es la gran diferencia. En el ojo del Corazón, no hay Sombra. En el ojo astral sí, hay sombras.
Pregunta: ¿Cómo mantener la Visión del Corazón en la relación de uno al otro, con los ojos abiertos? Esto es imposible porque cuando sus ojos están abiertos, aunque su Corazón esté abierto, la visión del ojo predominará siempre. De verdad hay que trascender muchas cosas para llegar a conservar lo que yo llamo la Visión del Corazón o la visión Unitaria, manteniendo los ojos abiertos. No en vano, que la meditación se hace con los ojos cerrados y rezando también. Pero una vez que haya visto realmente con el Corazón, podemos decir que la visión del ojo no será la misma porque sabrá en este momento, que ella es falsa y falsificada.
Pregunta: ¿La mirada del Corazón y la percepción que resulta podría ser la intuición profunda? La intuición puede situarse a distintos niveles. La intuición, está más relacionada con lo que yo llamaría el instinto, que pasa por el vientre. Y la intuición de la cabeza, está ligada a una visión luciferina o astral. No es la intuición del Corazón que es más un mecanismo de fusión, donde hay más distancia entre vuestra Conciencia y la Conciencia de lo que se está viendo. Es una percepción de conocimiento directo. Así, quizás, eso podría llamarse la intuición profunda. Esta profunda intuición es el conocimiento directo que no pasa por el filtro de la mente, ni a través de la visión astral, no pasa por un símbolo, ni tampoco, por las tripas.
Pregunta: ¿Hay que vivir la Vibración del Corazón para tener la Visión del Corazón? Sí. Es necesario que al menos una de las Coronas radiantes esté activa. Por otra parte, si la Corona Radiante del Corazón aún no está activa o no lo suficiente, el hecho de absorber esta Visión del Corazón podrá, por sí sola, activar el Corazón. Para aquellos cuyo Corazón está activo, a nivel de la Corona radiante, eso será mucho más fácil y directo.
No tenemos más preguntas, muchas gracias. Hermanos y Hermanas encarnados, ha sido una gran alegría para mí estar con ustedes. Todo mi Amor los acompaña, en Unidad y en Verdad. Así lo espero, hasta pronto. Me voy ahora.
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